Dos hechos recientes han puesto en evidencia la grave crisis de seguridad en la República Dominicana y la inoperancia de quienes tienen la responsabilidad de proteger a los ciudadanos. Primero, un grupo de delincuentes asaltó un banco en La Romana a plena luz del día, asesinando al vigilante sin que las autoridades pudieran prevenirlo. Luego, agentes de la Policía Nacional abrieron fuego contra un vehículo con niños a bordo en un supuesto operativo de verificación.Mientras tanto, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, sigue en su propio mundo, achacando la delincuencia al consumo de alcohol y dedicándose a recoger bocinas.

 

El caso de los disparos al vehículo, denunciado en redes sociales por la usuaria @Leidyfeliz_, es una muestra del descontrol absoluto dentro de la Policía Nacional. Sin un mínimo de verificación, los agentes abrieron fuego contra un automóvil donde viajaban menores de edad, poniendo en riesgo vidas inocentes. Esto no es un caso aislado: el patrón de brutalidad y abuso policial es una constante en el país. En lugar de proteger, los policías se han convertido en una amenaza latente para la ciudadanía.

 


Discover more from

Subscribe to get the latest posts sent to your email.

Sign In

Register

Reset Password

Please enter your username or email address, you will receive a link to create a new password via email.